Última despedida a los rabinos víctimas del ataque en fiesta judía
Cientos de personas se reunieron en Sydney para rendir homenaje a los rabinos Eli Schlanger y Yaakov Levitan, quienes fueron víctimas de un ataque durante un evento de Janucá en Bondi Beach. Las ceremonias no solo sirvieron para recordar a estos líderes, sino que también simbolizaron la unidad y la fortaleza de la comunidad judía en un momento de profundo dolor.
Desde temprano, la gente comenzó a llegar a la sinagoga de Bondi, situada a solo unas cuadras de la playa donde ocurrió la tragedia. El lugar estuvo colmado de familiares, amigos y miembros de la comunidad, algunos de los cuales siguieron la ceremonia desde la calle a través de transmisiones en vivo en sus teléfonos. Eli, de 41 años, era el rabino asistente del Jabad de Bondi y había llegado a Australia desde Gran Bretaña hacía 18 años. Recientemente se había convertido en padre por quinta vez.
Horas después, los asistentes se trasladaron al Parque Macquarie para el funeral de Yaakov Levitan, de 39 años, quien además de ser rabino, era el director de operaciones del Jabad de Bondi y padre de cuatro hijos. Ambos no solo compartían una vocación profesional, sino también una fuerte amistad.
Un legado de unión y servicio
Durante las ceremonias, el rabino Yakov Lieder destacó la relación especial entre Eli y Yaakov. “Eran un gran equipo; Eli tenía las ideas y Yaakov sabía cómo llevarlas a cabo”, comentó, reflejando así el impacto que ambos tuvieron en la comunidad de Bondi y más allá.
El rabino Yehoram Ulman, suegro de Schlanger, hizo un llamado a la resistencia ante el miedo tras el ataque. Conmovido, prometió organizar un evento en Bondi Beach para encender las ocho velas de Janucá como símbolo de esperanza. “Debemos ser más fuertes”, afirmó, dejando claro que el miedo no puede ser la respuesta ante la violencia.
Con lágrimas en los ojos, Ulman recordó a su yerno diciendo: “Eras todo para mí, mi hijo, mi amigo”. Estas palabras resonaron en un ambiente cargado de emoción, donde el duelo y la comunidad se entrelazaron en un solo sentir.
Detalles del trágico ataque
El tiroteo ocurrió durante la celebración de “Janucá junto al Mar”, organizado por el Jabad de Bondi, y dejó al menos 15 muertos. Las autoridades informaron que los perpetradores fueron un padre y su hijo. La conmoción fue palpable no solo en la comunidad judía, sino en toda la ciudad de Sydney.
La seguridad en la zona fue reforzada, con presencia de policías y servicios de seguridad comunitaria. Las calles alrededor de la sinagoga se acordonaron y se realizaron controles a quienes asistían. A medida que avanzaba el cortejo, ocho policías formaron una guardia de honor mientras una multitud doliente acompañaba el camino, cantando un nigun, que es una melodía religiosa.
Entre los que se hicieron presentes se encontraban figuras políticas significativas, aunque el primer ministro Anthony Albanese no asistió, dejó clara su voluntad de participar si se lo invitaba. Fuera de la sinagoga, amigos y miembros de la comunidad recordaron la dedicación de Schlanger, quien siempre estaba dispuesto a ayudar a los demás, independientemente de su situación económica.
El funeral de Matilda, una niña de 10 años que también perdió la vida en el ataque, se llevará a cabo en días próximos, manteniendo viva la memoria de todos aquellos afectados por esta tragedia.